¿Conoces
algún alumno o alumna con comportamientos disruptivos? ¿Tienes en tu aula
alumnos y alumnas demasiado introvertidos? ¿Conoces la causa de estos
comportamientos?
Sigue
leyendo para comprobar tus respuestas.
¿Cómo se siente tu alumnado?
El
bienestar emocional es fundamental para el proceso de aprendizaje y los buenos
resultados académicos. También es importante para poder establecer buenas
relaciones interpersonales y mantener una buena salud mental.
Los componentes del bienestar
emocional son:
- el sentido del yo (autoconcepto, autoestima),
- el sentido de control sobre uno mismo y su entorno (autoeficacia, locus de control),
- la sensación de bienestar general (calma, satisfacción, aceptación),
- y capacidad para responder de manera saludable al estrés cotidiano (habilidades de manejo del estrés).
Ser emocionalmente sano depende de la comprensión,
expresión y regulación de las propias emociones, así como la percepción y la
comprensión de las emociones de otros (la empatía).
¿Qué es lo que le ha pasado?
Los
niños y niñas reflejan lo que viven. Muchas
personas que muestran comportamientos inadecuados sufren el profundo dolor
emocional causado por varias razones como: falta de la atención que necesitan,
no se les enseñan los límites de comportamiento adecuado, pasan hambre, son
testigos o víctimas de maltrato o simplemente no sienten que alguien les
valora como personas.
Todo
eso pude ser la causa de comportamientos disruptivos de tu alumnado. Por tanto,
la pregunta que hay que hacerse es: “¿Qué es lo que le ha pasado o le está
pasando fuera de mi aula? ¿Cuál es la causa de su dolor?”
Aula como lugar de aceptación
Cuando
se pregunta a las personas que sufrieron grandes traumas en la infancia, quién
ha sido la persona que les ha estimulado para seguir adelante, muchos dicen que
era uno de sus docentes.
Los docentes tienen el poder de llenar los vacíos que se forman dentro del alumnado.
Si
el alumno o alumna no recibe el apoyo de su familia, el docente tiene que poder
mostrarle este apoyo y hacerle creer en sí mismo.
Crear
un clima de aula basado en la confianza, aceptación, respeto mutuo y
colaboración puede influir en el sentido de seguridad de los estudiantes y su
bienestar emocional en general.
El docente desempeña un papel clave en el
establecimiento de un clima en el que todos los alumnos y alumnas son
aceptados, valorados, respetados y tratados de la misma manera.
Observa tu alumnado, no juzgues,
busca momentos para estar a solas con ellos, haz tutorías individuales,
pregúntales sobre su vida fuera del centro, pregúntales sobre sus emociones y
preocupaciones.
Confía en tu alunando y
permíteles que confíen en ti, porque solamente así tendremos una sociedad más
feliz, formando personas felices.
Comentarios
Publicar un comentario